El «pucherazo» electoral de 1899, un desconocido episodio de nuestra historia

La estabilidad de un Gobierno y el consenso tiene mucho que ver con la felicidad de los pueblos, aunque para ello resulta fundamental la celebración de unas elecciones en las que impere el juego limpio y la transparencia. Por contra, la mejor receta para la desestabilización y el enfrentamiento consiste precisamente en no respetar las reglas del juego. En España sabemos bastante sobre ello. Tanto, que la práctica de la manipulación de las elecciones dio lugar a un término conocido por todos como «el pucherazo».

El término viene de puchero, pero, ¿qué tiene que ver un puchero con la celebración de unas elecciones? Pues tenemos que remontarnos a finales del siglo XIX cuando tenían lugar las elecciones en zonas rurales y las papeletas de los electores, que sólo eran aquellos hombres que cumplieran una serie de requisitos de renta, de nivel de instrucción y de clase social (sufragio censitario), jamás se introducían en urnas como las que disponemos hoy en día, sino que se utilizaban pucheros.

Así pues, se entiende por «pucherazo» el fraude que consiste en alterar el resultado de unas elecciones mediante cualquier tipo de manipulación en el recuento de los votos emitidos. Y sobre ello trata precisamente el documento que hoy publicamos. Lo encontré en uno de esos portales de internet donde se venden objetos «de colección» y, aunque no me parece bien que algunos hagan negocio con la historia, reconozco que muchos de estos testimonios se perderían de no existir estos establecimientos. Después de todo, este documento que nos desvela un episodio de nuestra «microhistoria» pasará a formar parte de los fondos Acacyr, así que damos por bien empleada la inversión.

Se trata de una carta fechada el 9 de abril de 1899 que lleva el membrete del casino Independiente, una institución que anteriormente se llamó casino Primitivo y que ya existía antes de 1883, pues en los fondos Acacyr existe un recibo de pago de esa fecha correspondiente a Arturo Cerdá y Rico, quien por entonces formaba parte de su masa social. Esta institución tuvo su sede en la calle Real y posteriormente en la calle de La Palma como vemos en las siguientes fotos, aunque también estuvo en la Casa Grande, donde se mantuvo hasta pasada la Guerra Civil, si bien, para entonces, aquella institución nacida de la burguesía liberal decimonónica quedó fagocitada por el Régimen y pasó a denominarse Peña de Ex-cautivos, pasando su sede el que fuera palacio del Marqués de la Rambla (callejón de la iglesia) y finalmente la casa de La Misericordia, donde estuvo hasta su disolución, ya comenzada la década de los ochenta.

Estas instituciones se prodigaron durante el periodo Isabelino, con el surgimiento del liberalismo constitucional, ante la necesidad de un espacio de sociabilidad para las nuevas clases poderosas. No obstante y a medida que avanzaba el siglo, la escisión en el liberalismo se vio reflejada en estos «círculos de recreo» de la clase burguesa a la que paulatinamente se unió cierta élite artesana y comercial. Ello tuvo su reflejo en nuestro pueblo con el nacimiento del casino «Recreo de Artistas», que posteriormente tuvo otras denominaciones como «El Liberal», del que fue presidente el tío Miguel Rodríguez, y «Artesanos», último nombre con el que se conoció a este otro casino.

Aquellos tiempos de la Restauración Borbónica (1874-1931) se caracterizaron por una estabilidad institucional sin precedentes que resultó clave para la definitiva implantación de un modelo liberal de Estado surgido en buena medida gracias a la Revolución Industrial. De esta manera se estableció un sistema político bipartidista donde el partido Liberal-Conservador de Antonio Cánovas del Castillo se turnaba en el gobierno con el partido Liberal-Fusionista de Práxedes Mateo Sagasta. No obstante, ese «turnismo» se fraguaba en la España rural, que por entonces contaba con casi tres cuartas partes de la población. De todos modos, los liberales no estaban sólos, pues ya existían otras formaciones políticas minoritarias como el partido Republicano de Nicolás Salmerón y posteriormente de Lerroux, o el partido Socialista, que por entonces ya había fundado Pablo Iglesias.

Pero eran los liberales, ya fueran conservadores o fusionistas, quienes ocuparon el gobierno durante este largo periodo que tuvo varios periodos. De esta manera y teniendo en cuenta las escasas diferencias ideológicas, podemos decir que a finales de siglo XIX los asociados del casino Independiente estaban próximos al partido Conservador, mientras que los del casino de Artesanos lo eran del partido Liberal. Luego se puede aseverar que estas instituciones jugaron un importante papel político en los pueblos y este es un claro ejemplo. Nuestro episodio se produjo durante la regencia de Mª Cristina, justo después del desastre que significó la pérdida de Cuba, lo que supuso un cambio de gobierno que se encargó a los conservadores de Francisco Silvela. Así que se convocan las elecciones para el 16 de abril de 1899, una semana después de la fecha de la carta en cuestión que a continuación transcribimos:

Cabra del Santo Cristo, a 9 de abril del 99

Nuestro querido Mariano, esta noche a las 9 hemos llegado a esta localidad y en el acto nos hemos puesto en comunicación con los numeros y entusiastas amigos y partidarios de su causa y por lo que vemos con entera satisfacción cuenta Usted con el censo entero, tan sólo con el poco trabajo de que desaparezca de este pueblo el secretario del Ayuntamiento Sr. Quirico, quien de acuerdon con don Manuel Gómez Sigura está dispuesto a bolear los pucheros entre siete y ocho de la mañana del día de la elección, así como acometer toda clase de desmanes y atropellos, urge pues seguir convienen los amigos en que se nombre delegado especial para esta, se aumente la fuerza de la guardia civil y se le dé un apretón al juez de esta, sigurista acérrimo, y del que también tenemos entendido se niega a admitir toda clase de reclamaciones y de prestar auxilio a ninguno que no sea partidario de Gómez Sigura.

El dador que también es amigo de Usted y de todos los pondrá de palabra al corriente de lo que por toda esta comarca hay.

Mañana iremos a Huelma y después de la conferencia con Díaz telegrafiaremos. Páselo bien y sabe lo mucho que le quieren sus afectísimos amigos y cuñado.

Firman: Miguel, José Serrano, Manuel Laínez y Manuel Gadara.

Pd: estamos de enhorabuena pero ¡¡por Dios!! no olvide a Quirico, que es un bandido que nos puede dar un disgusto porque a ello está dispuesto y es un criminal.

Nueva Firma: «Pepe» (se supone que es José Serrano)

Como vemos, los remitentes eran una especie de comisarios políticos que recorrían los pueblos para allanar el camino con la finalidad de que se produjera el resultado establecido, no obstante y tras la lectura de esta interesante carta comprobamos que no todo lo tenían de su parte, pues había correligionarios del otro partido en puestos relevantes como la secretaría del ayuntamiento o el juzgado que no lo ponían nada fácil. Ya conocemos otros episodios de la historia local que si algo ponen de manifiesto es la forma tan apasionada con la que los cabrileños de aquel tiempo vivían la política.

Según hemos averiguado, la misiva iba dirigida a Mariano de Foronda y González Vallarino, quien ostentó el cargo de diputado en cortes durante años por el distrito de Cazorla, siendo su adversario el liberal Miguel Gómez Sigura, quien a la postre era su suegro.

Lista de diputados al congreso electos por el distrito de Cazorla durante La Restauración. Fuente: «Nueva Historia Contemporánea de la provincia de Jaén (1808-1950)», de Luis Garrido González. 1995. Editado por la Diputación Provincial de Jaén.

Aquellas elecciones las ganó en España el partido conservador tal y como estaba previsto, pero en el distrito de Cazorla no triunfó el pucherazo, pues a tenor de la lista adjunta ganó el representante liberal, mientras que la composición de las Cortes quedó conforme al siguiente cuadro:

Resultados de las elecciones de 1899. Fuente: http://www.historiaelectoral.com

Por no ser el objeto de este trabajo, no hemos consultado el resultado en Cabra, aunque comprobamos que en la lista de diputados del distrito de Cazorla era habitual en las filas conservadoras otro viejo conocido, Jorge Loring y Heredia, el hermano de Concepción, la que fuera marquesa de La Rambla y uno de los administradores de la empresa que a partir de 1870 se haría con la producción de esparto de buena parte de los montes cabrileños. Podemos concluir que era aquella una sociedad estática en la que todo estaba controlado por dos partidos que se turnaban mediante unas elecciones formalmente democráticas, pero amañadas. Unos partidos en los que las diferencias apenas eran ideológicas y sí tenían mucho de personal… de casino… Porque más que partidos eran grupos rivales que fuera de algunos matices veían las cosas de la misma manera. No en vano tenían un mismo objetivo: procurar que todo siguiera igual.

Para citar este documento: LÓPEZ RODRÍGUEZ, R. El pucherazo electoral de 1899, un curioso epidosio de nuestra historia. Disponible en: https://cabradelsantocristo.org/2021/06/13/el-pucherazo-electoral-de-1899-un-curioso-episodio-de-nuestra-historia/

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