El Pinchalasuvas

Introducción

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Pinchaúvas en agosto de 2007. Fuente: propia

Enmarcados en los actos conmemorativos del 375 aniversario de la llegada del lienzo del Cristo de Burgos se produjeron en Cabra algunos acontecimientos que sorprendieron a muchos, tal es el caso de la presencia de una representación de la cofradía de la Piedad de Guadix, con su peculiar personaje “Cascamorras”[1] portando la bandera, en el cortejo procesional del 15 de agosto de 2012. Ello no fue fruto de la casualidad y sí obedeció en buena medida al descubrimiento de la procedencia accitana del “Pinchaúvas” (popular personaje del folclore cabrileño) y a sus similitudes con ese otro personaje tan protagonista de las fiestas de Guadix y Baza.  Damos a conocer aquí el proceso por el que se ha llegado a esa conclusión

Guadix y sus estrechas relaciones históricas con Cabra

Todos en Cabra conocen la relación histórica con Guadix, ciudad a la que se dirigía el arriero que portaba el famoso retrato del Cristo de Burgos y que tras los sucesos acaecidos el 20 de enero de 1637 jugó un importante papel en las negociaciones por las que el lienzo quedó definitivamente en Cabrilla “por siempre jamás…” como reza en la escritura[2]. Tras aquella negociación, por imposición de Jerónimo de Sanvítores, legítimo propietario del lienzo y quien acababa de ser nombrado Corregidor de Guadix,  se acuerda que la ciudad de Guadix será la primera en fundar una cofradía y será ésta la que ostente mayores prebendas (la local de la Esclavitud se fundará 30 años más tarde). Elocuentes son los siguientes extractos de la escritura notarial por la que se cede el lienzo a Cabra y donde se establecen esas prebendas para Guadix:

…que de las cofradías que se hubieren de fundar y fundaren en la dicha iglesia de Cabrilla a contemplación y devoción de la dicha Santa Imagen, se ha de dar a la ciudad de Guadix en nombre de dicho don Gerónimo el primer lugar, á la dicha Cofradía de Guadix que la dicha ciudad quisiere fundar después de los clérigos de esta Villa y ha de salir a recibirla todos los años cuando venga  a hacer la fiesta principal que ha de ser á catorce de septiembre de cada año el dicho Prior y Clerecía con la cruz y estandarte a la puerta de la dicha Iglesia de esta Villa á donde por el mismo acompañamiento se ha de volver a despedir, acabada la fiesta y a la dicha cofradía se ha de dar preferencia de más antigua porque así es la voluntad del dicho Don Gerónimo”…

…salgan las demás cofradías a recibirla con sus estandartes á la Ermita de la Nuestra Señora la Virgen del Rosario y el Prior y Clérigos a la puerta de la Iglesia, viniendo la dicha cofradía con su estandarte y no de otra manera.

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Procesión del Cristo de Burgos del 15-8/2012 en Cabra del Santo Cristo. Cascamorras junto al Hermano Mayor y representantes de la cofradía de la Piedad de Guadix. Fuente: propia.

                Esta cofradía “matriz” cumplió su cometido hasta la Guerra de la Independencia, momento clave en el que dejan de peregrinar a Cabrilla las más de cien cofradías que hasta entonces ya existían. Será a partir de 1860 cuando, por iniciativa del Prior Pugnaire la cofradía de Guadix volvió a realizar su peregrinación anual, dato que nos revela el mismo Juan José Pugnaire en su “Historia y Milagros del Santo Cristo de Burgos”[3]:

                Al tomar posesión de este priorato en el año 1860 sólo me encuentro vestigios de pasadas grandezas, y veneradas tradiciones de la solemnidad de las fiestas; devoción de estos fieles y de toda esta comarca al Sto. Cristo de Burgos…. Las cofradías habían dejado de venir, pero yo llevado de un buen deseo y cumpliendo deberes de mi cargo, escribí a mis compañeros de Torres, Jimena y Albanchez, los que consiguieron volviesen al año siguiente presididas por ellos… La de Guadix fue creada de nuevo, debido a las gestiones de mis queridos amigos e Ilustres Capitulares de aquella Catedral, el penitenciario Sr. Soto (mi ilustre maestro), el lectoral Sr. Iribarrie, Doctoral Sr. Valero, y Chantre Sr. Perán, todos ellos ocuparon la sagrada cátedra excitando  en sus cofrades la devoción y adoración de esta sagrada Imagen… No debo omitir el nombre de aquella abeja trabajadora de la casa del Señor, que fue alma y vida de esta Hermandad, de grato recuerdo para Guadix, Don Juan García Genaro, coadjutor de San Miguel y Beneficiado de la Catedral después; ni el de su mejor colaborador, el devotísimo don Antonio José Miranda, secretario perpetuo de la dicha Cofradía.

                Lo cierto es que la cofradía de Guadix estuvo peregrinando hasta el año 1935, pero para entonces ya no era por el catorce de septiembre tal y como decía la escritura de donación, sino que lo hacía a final de este mes, por San Miguel, cuando se celebraban las fiestas en Cabra. Hemos de suponer que se tomó esa decisión tras el paréntesis de 50 años entre la invasión francesa y 1860 (año de la refundación).

El Cascamorras y sus similitudes con Pinchaúvas

Aunque sólo fueran sospechas, en reiteradas ocasiones se ha considerado a Cascamorras como posible origen del “Pinchauvas” cabrileño[4], de manera que el mismo Lázaro Gila Medina lo advertía en el inicio de un artículo que trataba sobre esta advocación en la diócesis de Guadix[5]. El caso es que nuestro Pinchaúvas no sólo se parecía en lo estético al Cascamorras, sino que además, en ambos casos este personaje está vinculado a una imagen milagrosa que se disputan dos pueblos. Ya hemos contado que en el caso de Cabra fue el Cristo de Burgos el detonante de esa “disputa” con Guadix, parecida a la que los accitanos mantenían con Baza por la Virgen de la Piedad desde mucho tiempo atrás y que se cree fue el origen de Cascamorras. Pero conozcamos el “teórico” origen del personaje accitano[6]:

Sobre el origen y la evolución de esta fiesta, no coinciden los autores que han investigado el tema. La versión más comúnmente aceptada está basada en los siguientes hechos: Con la llegada de los Almohades en el año 1.151, se destruyeron muchos templos, y entre ellos una ermita mozárabe edificada en el arrabal de la Churra en Baza. Tres siglos más tarde, uno de los caballeros que acompañaban a Fernando el Católico, Don Luis de Acuña Herrera, decidió levantar en este lugar la Iglesia de la Merced. En el año 1.490 se iniciaban las obras, cuando uno de los obreros, Juan Pedernal, de origen accitano, picando en la demolición de un yesón, oyó sorprendido que de aquella oquedad salía un dulce y lastimoso grito que parecía venir de las entrañas de la tierra, y que decía «¡TEN PIEDAD!». Había encontrado la talla de una Virgen, la cual recibiría desde entonces el nombre de Nuestra Señora de la Piedad, en alusión a la expresión.

El obrero de Guadix dio motivos de graves trastornos entre los obreros por disputarse la posesión del icono, llegando a implicar a las autoridades de las dos ciudades de modo que tuvo que tomar parte la justicia de aquellos tiempos, resolviendo dejar la propiedad y posesión de la imagen para Baza, y el derecho de celebrar anualmente las fiestas religiosas el día 8 de Septiembre, festividad de la Virgen de la Piedad, al Cabildo de Guadix.

Se cuenta también que se llegó al acuerdo tácito de que si un comisionado de la ciudad de Guadix lograba entrar en Baza y llegar a la iglesia de la Merced sin ser manchado, podría recuperar a la Virgen para Guadix. Así, los accitanos venían todos los años en romería a celebrar las fiestas religiosas que por derecho les correspondía. La comitiva se trasladaba a Baza acompañándoles un bufón, persona pequeña y generalmente poco agraciada, que tenía la importante misión de distraer a sus señores con bromas y jerigonzas. Es de creer que este bufón fue el precursor del «Cascamorras» actual, y es lógico pensar que aquel criado siendo el encargado del rescate, se encrespara con las bromas y risas de la chiquillada que acudía para mancharle y que de tales mofas intentara defenderse con vejigas atadas a un palo.

El comienzo de la investigación y la certeza de la sospecha

Fue en 2010 cuando a través de (www.cabradelsantocristo.com)  se puso en contacto conmigo una persona de Guadix que ya por entonces encabezaba a un grupo de devotos del Cristo de Burgos que pretendían impulsar los cultos que en su honor se celebraban en la catedral accitana. Se trataba de Antonio Francisco Gabarrón Torrecillas, un accitano de arraigada devoción, quien me contó que pese a que la cofradía desapareció, los cultos al Cristo de Burgos siempre se celebraron por el 14 de septiembre en la Catedral. Reconozco que siempre pensé que en Guadix apenas quedarían vestigios de aquellos tiempos pasados y que salvo el lienzo que ocupa una de las capillas de la catedral[7], apenas quedarían testimonios, pero otra revelación de Antonio me sorprendió aún más, al descubrir que después de tanto tiempo el Cristo de Burgos seguía gozando de una especial devoción en Guadix.

Le comenté acerca de mis sospechas sobre la más que probable procedencia accitana de nuestro Pinchaúvas. Sospechas que se habían reforzado tras encontrar un excepcional documento que hacía poco había caído en mis manos y que publiqué íntegro en el artículo [8] que firmé junto a mi buen amigo Manuel Urbano Pérez Ortega, quien se encargó de hacer un magistral análisis del texto que concluía precisamente advirtiendo sobre la necesaria indagación del origen de Pinchaúvas. Sospecha que se basaba en un par de datos muy reveladores que nos ofrece el mencionado documento y que relataré más adelante, pero antes quiero contar que fue entonces cuando mi intuición me llevó a hacer una búsqueda en la red, de manera que metí en Google las palabras “Pinchaúvas”, “Guadix” y “Cabra”; ahí estaba, el resultado de esta consulta era la certeza de que Pinchúvas venía a Cabra con la cofradía de Guadix, así lo decía una publicación[9] que hacía referencia al diccionario andaluz de Alcalá Venceslada (edición de 1930). Se lo comenté a mi buen amigo y compañero Julio Cerdá, quedando éste muy sorprendido pues en su biblioteca había un ejemplar de otra edición del mencionado diccionario y tuvo la ocasión de comprobarlo en el momento, así que después de confirmármelo escaneó la imagen de esta voz y me la envió[10]:

Voz "Pinchauvas" del diccionario de Alcalá Venceslada
Voz «Pinchauvas» del diccionario de Alcalá Venceslada

Una vez establecido el contacto con Antonio Fco. Gabarrón se programó, para octubre de 2011 una conferencia de Lázaro Gila en Guadix, motivo por lo que creí que era fundamental informarlo, por si consideraba oportuno dar cuenta de este determinante “hallazgo”, de modo que Lázaro ya lo adelantó en aquella conferencia a la que también asistió el Alcalde de Cabra y una representación de la cofradía local de la Esclavitud. Fue entonces cuando se comenzó a gestar la visita que he comentado al comienzo y cuando me comprometí con Antonio Gabarrón a colaborar con un artículo en el boletín que los devotos del Cristo de Burgos editan coincidiendo con los cultos de mediados de septiembre. Una vez que se publicó ese artículo[11] pensé que debía redactar todo este proceso y poner “negro sobre blanco” los datos que he manejado, pues estoy seguro que muchos cabrileños aún se preguntan qué hacía en aquella procesión del 15 de agosto de 2012 aquel personaje tan raramente vestido,  así que llegados a este punto se hace necesario continuar ahondando en la figura de Cascamorras:

«Cascamorras» es una Fiesta a caballo entre la celebración pagana y la connotación religiosa que con el paso del tiempo ha ido adaptándose y siguiendo una evolución temporal y espacial pero a la vez profundizando en su autenticidad.

La tradición de esta fiesta se basa en que el famoso personaje, acompañado de un tamborilero y una comitiva, emulando los primeros años de la celebración, llega desde Guadix hasta Baza para llevarse la Imagen de la Virgen de la Piedad. Si consigue llegar limpio, es decir, sin pintar, hasta el Convento de la Merced podrá realizar su objetivo. En su intento, los bastetanos se lo impedirán acompañándole en su recorrido desde la entrada del pueblo hasta la iglesia de la Merced y manchándolo con pinturas, almagra o aceite usado. «El Cascamorras» retornará a Guadix sin la preciada imagen por lo que los accitanos en pago por su fracaso volverán a pintarlo y mancharlo utilizando también pinturas al agua, almagra, etc..

Pero la celebración de esta fiesta está llena de tradiciones. De todas ellas destacaremos las más importantes:

Antiguamente, y desde años remotos se realizaba el día 15 de agosto el “Rosario de la Aurora” por las calles de la ciudad de Guadix, donde figuraba el “Cascamorras” junto con miembros de la Hermandad de la Virgen de la Piedad.

El día 28 de Agosto se realiza en Guadix la primera salida de «El Cascamorras», acompañado por su inseparable tamborilero y por una comitiva de la Hemandad, para iniciar la cuestación de donativos por todas las calles de la ciudad accitana y otras poblaciones de los alrededores. No resulta extraño que en ocasiones personas devotas soliciten la entrada en hogares para ralizar actos de fe ante la imagen estampada en la bandera que porta “Cascamorras”. A veces los donativos son bienes materiales, principalmente alimentos.

Al paso del Cascamorras, los niños y jóvenes del lugar entonan cancioncillas que dicen: “¡Cascamorras, pincha las uvas, pínchalas bien que están maduras!”: Algunos antropólogos vinculan esta canción a la posible relación que la fiesta y el personaje tienen con un ancestral rito celebrado con motivos de la fiesta de la vendimia, aunque este hecho no está del todo fundamentado.

Otras canciones dicen:… “Cascamorras con la cachiporra “, … “ahí viene Pedro Lagarto”, en referencia al típico colorido multicolor, muy vistoso que desde siempre tuvo el traje del Cascamorras.

En el ritual de la despedida de Guadix y antes de su partida hacia la localidad bastetana, Cascamorras eleva la bandera que porta sobre las cabezas de los numerosos accitanos allí congregados que, agachados y de rodillas, están situados alrededor del mismo y la baila sobre ellos hasta enrollarla totalmente en su mástil, mientras que la población al emotivo grito de “¡viva ¡” finaliza la despedida de sus enviados en su partida hacia Baza.

Al llegar a Baza “El Cascamorras” se embadurna de vaselina, se pone el traje de faena y hace el calentamiento con algunas carreras suaves, antes de iniciar el recorrido por las calles bastetanas hasta el Templo de la Merced para intentar llevarse la imagen. En horas previas, se vienen congregando grupos de bastetanos en las Rodeas pintándose unos a otros

Pero es al sonido del tercer cohete cuando corren hacia Cascamorras en una pugna por ver quién es el primero que logra pintar al personaje, cumpliendo así con la tradición. Almagra y azulete han dejado paso a la negrura de aceite quemado como pintura en Baza, que con el fluir de los años, ha venido imponiéndose poco a poco y que otorga a los bastetanos y accitanos un aspecto impresionante y espectacular.

Hoy en día, entre los bastetanos presentes en los depósitos del agua, se sortea el privilegio de ver quién se convertirá en portador de la bandera a lo largo del recorrido, mientras que los demás, se encargarán de pintarles y de ayudar al Casacamorras para quitarle pintura acumulada en los ojos, darle descanso, arroparlo, protegerlo de la muchedumbre, animarlo, así como subirle a hombros y vitorearle. Todo está permitido menos usar palos u otros objetos contundentes que lo puedan herir, le embadurnan el rostro con grasa ennegrecida y alguna vez, a petición suya, es bañado en las fuentes; le empujan, y el de Guadix se defiende con la porra que lleva en la mano, la mayoría de las veces golpeando sobre el suelo y casi nunca sin agredir directamente.

Debido al persistente y duro calor del mes en el que acontece la fiesta, es el agua un elemento imprescindible para la misma, ya sea combinado con el colorante o bien como medio de refrescar a Cascamorras, tanto en Guadix como en Baza, siendo el primer baño en el caño que había cerca de la Plaza de Toros; después, vendrá el baño en los Caños Dorados, el más esperado por muchos bastetanos, quienes tras refrescarse, piden y jalean a coro: “¡bandera!”….; y agachados “Cascamorras” ondea la bandera sobre sus cabezas entre vítores para la Virgen de la Piedad. En Guadix esta función la cumplen la fuente del Parque Municipal y la que se encuentra a las puertas de la Iglesia de San Miguel. Como base de la estatua que el pueblo accitano ha dedicado a su más querido representante, el Cascamorras.

A lo largo del recorrido se van efectuando paradas algunas de ellas obligatorias y casi todas a petición de los ciudadanos o a veces por el cansancio que se produce entre los celebrantes. Una de las paradas obligatorias se eféctua en la Plaza del Ayuntamiento, donde se vuelve a bailar la bandera. Poco después se llega hasta las puertas del convento de la Virgen de la Merced, en el caso de Baza, y de la Iglesia de San Miguel, en caso de Guadix, donde finaliza el recorrido entre aplausos, jaleos y vítores al “Cascamorras” y a la Virgen, tras lo cual, se entra en el templo después de ondear la bandera. Los allí congregados se arrodillan y Cascamorras sobre sus cabezas ondea la enseña de la Hermandad. Los cofrades van a la Parroquia de San Juan Bautista, para volver a la Merced con cirios, en recuerdo del culto que se dió a la Virgen el primer día que fue sacada de su encierro.

En la alberca del convento, se le quita la pintura al Cascamorras con aceite de oliva, detergente y un buen baño con la que se desprende ésta. Después, ataviado con un nuevo traje multicolor, se pasa la iglesia, a darle gracias a la Santísima Virgen, no olvidemos, que se trata de una tradición de profundo arraigo religioso que mantiene en perpetuo litigio a ambas ciudades.

Al dia siguiente «El Cascamorras» va por las calles bastetanas acompañado del tamborilero. Al paso de la comitiva, cuando un grupo de personas se lo pide ondea la bandera, el rito del baile se volvía a realizar.

El dia 8 de septiembre, día grande de Baza; día de su Co-Patrona, (la patrona es Santa Bárbara y se celebra el dia 4 de diciembre); día de la Virgen de la Piedad, recientemente nombrada Alcaldesa Perpétua.

Por la mañana, con asistencia de Excmo. Ayuntamiento de Baza bajo mazas, con la presencia corporal de Cascamorras al lado del Pendón de la Ciudad donado por los Reyes Católicos, abre paso a la Corporación Municipal que desde los pórticos del Ayuntamiento se dirige a la Iglesia de la Merced para celebrar la solemne función religiosa en honor a la Santísima Madre.

Por la tarde, presidida por los Excmos.Ayuntamientos de Guadix y Baza, con la presencia de señoras tocadas con la clásica mantilla española, la Virgen de la Piedad, recorre las principales calles en solemne procesión. Cascamorras, en medio copresidiendo el desfile procesional. Es el día primero de la Feria Mayor.

Finalizada la procesión, en la Plaza Mayor se baila por última vez la bandera, dando así por concluida la estancia de Cascamorras en la ciudad de Baza y retomando el camino de vuelta hacia la ciudad de Guadix, a sabiendas de que el recibimiento que obtendrá en esa tierra no será menos árido del que recibimos al llegar a Baza, a fín de cuentas, los accitanos se muestran enfadados con Cascamorras al no haber podido recuperar la Virgen, para la ciudad de Guadix.

Al regresar a Guadix lo reciben con muestras de poco agrado, ha vuelto el “representante” de Juan Pedernal sin la apreciada imagen y en la Estación le esperan los accitanos con sus pinturas de agua, almagra y azulete, con los que volver a manchar al “Cascamorras” en represalía de su fracaso.

Desde los balcones de los edificios que flaquean los calles del recorrido le lanzan cubos de agua con pinturas, al unísono grito de aquellos que realizan la carrera de “¡agua!” …También aquí hay preceptivos baños, como por ejemplo el que reciben los asistentes a la carrera donde están situados los dos coches-cubas de los bomberos. Se lleva a Cascamorras al Parque bañándolo en el estanque que hay en el mismo.

Al llegar al puente del Rio Verde se realiza parada obligatoria el Cascamorras baila la bandera sobre la cabeza de los accitanos, en recuerdo de la despedida del día 5.

Sigue la carrera a través de la calle Ancha hacia el Caño de Santiago, donde se realiza otro baño. Se llega, por fin, a la Plaza de los Palomas, y tras refrescarse con el agua que los ediles lanzan sobre la multitud, el Cascamorras ondea la bandera como en tantas otras ocasiones, accediendo por las calles anexas a la Catedral hasta el Palació Episcopal. Aquí el Sr. Obispo saluda al Cascamorras que, seguido de todos los accitanos, enfila la calle de San Miguel, donde está ubicado el monumento erigido a este singular personaje. Es aquí donde Cascamorras recibe el último chapuzón, en la fuente que precede al monumento y tras las aclamaciones con las que homenajea el pueblo a su héroe, llega a la Iglesia de San Miguel, ante la cual, el Cascamorras es subido a hombros y con un continuo ondear la bandera, es introducido por los suyos en el templo.

Despojarle de la pintura, al igual que en Baza, es la tarea a realizar en breve. Después de dar gracias a la Santísima Virgen, se sale a la calle y se encuentra con sus conciudadanos que le felicitan por el continuar de la tradición, y por la carrera. Así, Cascamorras ha podido ver cumplida su promesa un año más.

Más datos concluyentes y nuevos interrogantes

Ahora volvamos al origen de mi sospecha tras el hallazgo de aquel documento que hacía poco tiempo habíamos encontrado por casualidad, cuando preparábamos la edición del número 7 de la revista Contraluz[12], en una visita que hicimos Julio Cerdá y yo al domicilio de Inmaculada Herrera Gámez, biznieta de Fernando Gámez Vera, autor de otro documento inédito que es realmente un primer compendio de la historia de Cabra del Santo Cristo y que era el objetivo inicial de aquella visita. Cuando ya nos marchábamos nos enseñaron un pliego de papel amarillento y roto en cuatro pedazos que compusimos. Descubrimos que se trataba de una carta que hablaba de cosas del pueblo y, aunque al principio no le dimos excesiva importancia, una vez lo analizamos caímos en la cuenta de que en realidad teníamos ante nosotros la parte escrita de una serie fotográfica que Cerdá realizó en los comienzos del pasado siglo XX[13] y que a tenor de los datos que leíamos quedaba perfectamente documentada; datada en 1906, gracias a las imágenes y al texto ponemos cara a algunos de los personajes fotografiados… hasta concuerda la hora en que comienza el festejo taurino relatado con la que marca el reloj del Ayuntamiento en la foto del paseíllo. En definitiva, un excepcional documento que complementado con la serie fotográfica nos hace una radiografía de lo que eran aquellas fiestas de comienzos del pasado siglo XX.

Uno de los trozos de papel de la “revista cómica” de Fernando Gámez Vera. Fuente: familia Carrión Herrera
Uno de los trozos de papel de la “revista cómica” de Fernando Gámez Vera. Fuente: familia Carrión Herrera

Se trataba de una carta que escribía don Fernando a un hijo músico que vivía en Madrid y en la que copiaba la revista que había escrito para relatar las fiestas celebradas aquel año de 1906. La titulaba “revista cómica” y las referencias a Pinchaúvas son varias:

  1. Los de Guadix nos dicen con sus cohetes… que ya tienen armados sus gallardetes;… y en las afueras… vemos a Pinchauvas… con la Bandera
  1. Al pueblo se encaminan desde muy lejos… con la música dulce de dos pellejos, yendo delante… el simpar Pinchaúvas… y el redoblante
  1. Se juegan las banderas… hasta enrollarlas, en el hasta que sirve… para ostentarlas… y al concluir… ¡Viva el Cristo de Burgos!… se oye decir

Fue aquí cuando se dispararon todas las alarmas porque, ni yo, ni los más viejos del lugar recuerdan que Pinchaúvas haya llevado bandera alguna. Ni redoblante (tamborilero). Luego nos encontrábamos con una estética idéntica a la de Cascamorras. La cuadratura del círculo es el modo en el que hoy lo conocemos, sin bandera ni redoblante, es la versión del Cascamorras pintado y “en traje de faena” la que encarna Pinchaúvas durante el desfile inaugural de las fiestas, si bien, aquí ya sale desde el Ayuntamiento con la cara pintada y tan sólo se dedica a hostigar a la chiquillería. Lamentablemente no hemos encontrado ninguna fotografía en la que salga Pinchaúvas con la bandera, pero sí que son varias en las que se ve a niños corriendo, lo que denota la cercana presencia del popular personaje de la botarga. No obstante sospecho que nuestro personaje sale retratado en una, aunque se trata del momento en el que las cofradías se dirigen desde el Ayuntamiento a la Parroquia, justo antes de entonar el tradicional “Te Deum”, por lo que Pinchaúvas sólo llegaba hasta las puertas del templo y es probable que no jugara su papel en ese último trayecto. Su vestimenta, con chaqueta abotonada hasta el cuello como las que antaño llevaban los campesinos y ese “bombín” le da un aire cómico al personaje que camina sólo, pendiente del redoblante que encabeza la comitiva y rodeado de niños.

Cofradias
Son diversas las fotos de Cerdá en las que se aprecia esa expectación entre los niños. Fuente: Colección Cerdá y Rico
Son diversas las fotos de Cerdá en las que se aprecia esa expectación entre los niños. Fuente: Colección Cerdá y Rico
Septiembre de 1906, la comitiva parte desde el Ayuntamiento hacia la Parroquia. En primer término, a la derecha posiblemente se trate de Pinchaúvas. Fuente: Colección Cerdá y Rico

Pero hay más coincidencias; en la mencionada revista cómica se habla del “redoblante” que acompaña al Pinchaúvas,  igual que el Cascamorras se acompaña de un tamborilero. En Guadix y Baza, al paso del Cascamorras los niños y jóvenes entonan cancioncillas que dicen:

 “¡Cascamorras, pincha las uvas, pínchalas bien que están maduras!”.

Si como apuntan algunos antropólogos, esta canción pueda estar vinculada con la posible relación que la fiesta y el personaje tienen con un ancestral rito celebrado con motivos de la fiesta de la vendimia, hemos de considerar que la vendimia suele tener lugar durante los primeros días de septiembre, momento en el que se celebran los actos en Baza, pero no los de Cabra, que tenían lugar los últimos días del mes y los primeros de octubre, luego hemos de suponer que el nombre del personaje “cabrileño” obedece a estas coplillas que se le cantaban, aunque resulta una incógnita difícil de resolver. También es verdad que en origen era el 14 de septiembre cuando acudía Guadix a Cabra, apenas unos días después de la fiesta de Baza.

Por otra parte, en Cabra se cantaba:

Pinchalasuvas…pinchalagartos…llevas las tripas…en un cenacho

En Guadix se canta también:

 “Cascamorras con la cachiporra, … ahí viene Pedro Lagarto”.

Parece claro que las referencias al lagarto también son coincidentes (posiblemente esto haga referencia al colorido traje del personaje). En el ritual de la despedida de Guadix, Cascamorras eleva la bandera que porta sobre las cabezas del personal congregado que, agachados y de rodillas a su alrededor, aguantan mientras este la baila hasta enrollarla totalmente en su mástil, mientras que la población al emotivo grito de “¡viva ¡” finaliza la despedida de sus emisarios. En la revista cómica mencionada nos dice el autor; “se juegan las banderas hasta enrollarlas, en el asta que sirve para ostentarlas…y al concluir ¡Viva el Cristo de Burgos! se oye decir”.

Una nueva duda que me surge es si Pinchaúvas siempre acompañó a la cofradía de Guadix, desde 1637, o, si por el contrario surgió en algún momento posterior que bien podría haber sido tras su refundación en 1860. La respuesta puede estar en el último dato que me llamó la atención del mencionado documento y es cuando al final de la carta Fernando Gámez le dice a su hijo que lea la revista “a tío Joaquín, que sé que ha de pasar un buen rato, puesto que recuerda con gusto al célebre Pinchaúvas, que tanto le chocó”. De lo que se deduce que, o ese tío Joaquín no era cabrileño, o es que en 1906 Pinchaúvas aún era un personaje novedoso.

De todos modos hemos conseguido probar que la cofradía del Cristo de Cabrilla siempre tuvo su sede en la accitana iglesia de San Miguel, la misma de la que era coadjutor Don Juan García Genaro, uno de los impulsores de la refundación en 1860. El oportuno hallazgo de un documento fechado en 1640[14] que trata sobre la sustitución de un síndico demandante del Cristo de Cabrilla[15] viene a certificar que esta era la sede, pero además, no hace mucho que se descubrió un pequeño lienzo del Cristo de Burgos en la iglesia de la Virgen de Gracia, pero cuya procedencia era la de San Miguel. Esta certeza viene a reforzar la tesis con la que se demostraría la conexión con la cofradía de la Piedad, la del Cascamorras, pues también está radicada en la misma parroquia, de manera que muy posiblemente hubiera cofrades que formaran parte de ambas corporaciones, pero eso es algo que aún está por demostrar, así que ahora toca investigar en los archivos accitanos para ver si definitivamente encontramos aquí la respuesta a nuestras dudas.

Desenlace y consecuencias. La estética de la celebración.

A mediados del mes de junio de 2012 envié a Antonio Fco. Gabarrón ese breve artículo que resumía la trascendencia de esta advocación cristífera y el papel desempeñado por la ciudad de Guadix. Fue en ese mismo artículo donde expuse los datos más concluyentes sobre esa conexión con el Cascamorras. A comienzos de julio, la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Piedad de Guadix, en sesión extraordinaria decidió, en su primer punto del orden día “Recuperar la tradición que une a Guadix y al Cascamorras con el Excmo. Ayto. de Cabra del Santo Cristo de Jaén, haciendo un Hermanamiento tanto con la ciudad como con la Hermandad del Santo Cristo de Burgos”, así que el 15 de agosto de ese mismo tuvimos el honor de contar en nuestro cortejo procesional con una representación de la cofradía de la Piedad, con Cascamorras portando su bandera.

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Las banderas de Jimena y de Guadix son tremoladas en la plaza de Cabra al término de la procesión del pasado 15 de agosto de 2012. Fuente: propia

Así se pudo contemplar, después de 77 años,  cómo se “jugaron” en la plaza ambas banderas, la de Jimena y la de Guadix. Las formas y la estética son muy parecidas, luego podríamos pensar que Cabra pueda ser el nexo por el que en ambas localidades se ejecuta esta manifestación folclórica tan similar. Llegados a este punto resulta fácil deducir que esas banderas obedecen a la estética cofrade de esta parte del oriente andaluz. Lamentablemente la cofradía local de la Esclavitud hace algunos años que transformó su hermosa bandera en un “bacalao” (insignia cofrade que obedece a estéticas de la baja Andalucía), si bien es cierto que, no sólo conserva la antigua, sino que también guardan la que perteneció a la otra cofradía local, la muy entrañable hermandad de Arrieros, la de los pobres como también se le llamaba, motivo que seguro influyó para que el obispo las obligara a fusionarse en 1968[16]. Esta cofradía era una de las dos locales que menciona el prior Pugnaire en la relación de hermandades que había antes de su llegada a Cabra en 1860 –así lo reconoce él mismo en la página 28 del texto anteriormente mencionado-, y posiblemente haya que buscar su fundación durante el último tercio del XVIII, cuando en Cabra había una gran cantidad de arrieros como consecuencia de la comercialización del vidrio que aquí se fabricaba (en mi artículo “Nuevos datos sobre las fábricas de vidrio de Cabra del Santo Cristo[17] revelo que según el catastro de Floridablanca más de un 7% de la población cabrileña se dedicaba en 1787 a la arriería). No obstante, la bandera que se conserva tiene bordada la fecha de 1865, lo que interpreto como la fecha en la que se confecciona y que coincide con el momento en que se habían reactivado las peregrinaciones de otras localidades por la iniciativa de Juan José Pugnaire, algo que seguro que supuso un estímulo e impulso también para las hermandades locales.  Gracias al celo de las hermanas Ramos Herrera se conserva esta hermosa insignia que bien podría restaurarse, pues con ello, de alguna manera se haría justicia con aquella histórica y popular cofradía, manteniendo su memoria sacando uno de sus símbolos a la calle. Símbolo que aún conserva otro de los detalles perdidos en Cabra y que por el contrario si han sabido mantener los cofrades de Jimena o los de Guadix; las cintas que se cogen a lo más alto del mástil y que en este caso aún llevan los nombres bordados de 19 cofrades difuntos, el último, Juan de Dios Pérez Hidalgo, fallecido en 1965 (poco antes de su fusión con la hermandad de la Esclavitud).

La bandera de Arrieros. Fuente: propia.
La bandera de Arrieros. Fuente: propia.

Conclusión

Muchos son los datos aportados y muchas las incógnitas que aún quedan por resolver, pero creo que con la lectura de este trabajo queda perfectamente demostrado el origen accitano de este peculiar personaje que, ahora sí podemos decir que adoptamos en Cabra.

Esa dicotomía que siempre caracterizó todo lo relacionado con este personaje y las celebraciones que conmemoran aquella providencial llegada continúa viva; una mezcla de lo profano y lo religioso, de lo civil y lo eclesiástico que es muy habitual en Cabra. Algo que podría obedecer a aquella escritura de donación del lienzo en la que el mismo concejo local jugó un importante papel:

Y así mismo se obligó y obliga el dicho concejo y vecinos de esta Villa de salir y que saldrán a recibir todos los años cuando vengan á hacer la fiesta principal la dicha cofradía de Guadix en nombre del dicho don Gerónimo á la Ermita de “Nuestra Señora del Rosario” y volverán a llevarla en acabando la fiesta según y como queda dicho y declarado en una de las capitulaciones de esta escritura[18]

Fue la voluntad del legítimo propietario la que obligaba al pueblo de Cabra a dar ese trato especial a los cofrades accitanos; recibirlos, despedirlos… y entre medias, seguramente y a tenor de lo que hemos comprobado, atenderlos durante los días que pasaban en Cabra, algo que a la postre acabaría convirtiéndose en una relación muy cercana entre los pueblos que nos acompañaban durante nuestros días grandes, con el consiguiente y lógico intercambio humano y cultural. En definitiva; que el Cristo de Burgos supuso un verdadero nexo de unión entre estos pueblos. Así, en otro artículo titulado “El camino de Cabrilla[19] hablo sobre esas relaciones, que en el caso de Jimena, que estuvo peregrinando hasta 1971, supusieron además cierto intercambio demográfico.

CruzdeGuadix
Foto de Cerdá y Rico donde se ve la cruz de Guadix en su ubicación original

Viejos testimonios como la Cruz de Serón permanecen integrados en el urbanismo de Cabra y nos recuerdan esa relación de hermandad con otros pueblos. Recientemente se rotuló el entorno donde está situada esta cruz con el nombre de la localidad almeriense cuyos habitantes trajeron este señero emblema urbanístico, hace ya la friolera de 374 años. Una iniciativa plausible y que es fruto de la sensibilidad demostrada por el Ayuntamiento a las propuestas de la Asociación Cerdá y Rico, entidad cultural a la que me siento orgulloso de pertenecer, ya que en buena medida ha sido este colectivo el catalizador y dinamizador de buena parte de las investigaciones e iniciativas que durante los últimos años han ahondado en el conocimiento y difusión de los valores culturales de este rincón de Sierra Mágina. Otros testimonios desaparecieron y ha sido precisamente por esas investigaciones por lo que se ha tenido noticias, tal es el caso de otra cruz, en este caso de término, que según el profesor Gila Medina trajo la cofradía de Guadix[20]. Fueron las fotos de Cerdá y Rico las que sacaron este dato a la luz al encontrarnos con una foto donde aparecía la cruz colocada en las inmediaciones de la actual ermita de San Blas. Dato que como en otras ocasiones fue inmediatamente puesto en conocimiento de Lázaro Gila. Casualmente fue el mismo Lázaro Gila quien encontró esa cruz encastrada en uno de los muros del cementerio, donde seguramente llegaría a comienzos del pasado siglo cuando se acometieron las obras de ampliación de la carretera de la Estación. Dentro de los actos conmemorativos del 375 aniversario de la llegada del lienzo del Cristo de Burgos se volvió a colocar “la Cruz de Guadix” en un lugar cercano al que estuvo. Tampoco estaría mal rotular el nombre de “Camino de Guadix” a esta avenida que hoy se prolonga hasta la misma entrada al lavadero del Nacimiento, quedándose a escasos metros de la que fuera ermita de la Virgen del Rosario, lugar donde tradicionalmente era recibida la comitiva accitana.

Con la celebración de esta efeméride se han realizado varios actos de hermanamiento con tres pueblos del oriente andaluz, a saber; Alfarnatejo (Málaga), Benejí (Almería) y Lújar (Granada), tres localidades donde aún en nuestros días el Cristo de Cabrilla es su patrón. Tras un paréntesis de 40 años, con la añorada vuelta de los cofrades jimenatos se ha vuelto a recuperar la costumbre de que las autoridades los reciban en el Moralejo, a la entrada, por el camino de Úbeda. También se mantiene la tradición de que vayan las hermandades al consistorio antes de los cultos, partiendo en procesión cívica junto a las autoridades camino de la parroquia. Aún se recuerda cuando las cofradías de Jimena o Torres izaban sus banderas en el balcón principal del Ayuntamiento una vez que terminada la procesión eran “jugadas” en la plaza. Tras la refundación de la cofradía de Jimena el pasado 2011 se ha vuelto a ver su hermosa bandera y estandarte en las estancias municipales como si fuera esta la casa de los cofrades jimenatos. El pasado 25 de julio se nombró en pleno extraordinario al Cristo de Burgos “Alcalde Mayor Pepétuo Honorario”, luego continúa en pleno siglo XXI esa implicación y simbiosis de todos los estamentos locales, tanto de la iglesia como de la sociedad civil en todo lo relacionado con el Cristo de Burgos, no en vano los hechos de los que ahora se conmemora el 375 aniversario significaron el principal hito en la historia local. De su conocimiento y correcta interpretación depende que por encima de todo nos identifiquemos con “lo nuestro” y, a ser posible que no adulteremos nuestra fiesta. Seguro que con ello nos sentiremos orgullosos de este legado y sabremos vivir más intensamente esos mismos momentos, formas y estética que durante siglos se mantuvieron por la voluntad de nuestros ancestros.

15-8-2012.- Representantes de las hermandades de la Piedad de Guadix, de la Esclavitud y Nativos Ausentes de Cabra y de Jimena. Fuente: propia.

Bibliografía:

  • ALCALÁ VENCESLADA, Antonio. Vocabulario Andaluz. Biblioteca Románica Hispánica dirigida por Dámaso Alonso V. Diccionarios, 8. Editorial Gredos. Madrid. Primera edición de 1930. Edición de consulta publicada en 1980. ISBN 84-249-1364-7.
  • BUSTOS GISBERT, Eugenio. La composición nominal en español. Ediciones Universidad de Salamanca. 1986. ISBN 84-7481-411-1.
  • GILA MEDINA, Lázaro. Cabra del Santo Cristo (Jaén), Arte, Historia y el Cristo de Burgos. Arte Impresores, S.L. Maracena. 2002.
  • GILA MEDINA, Lázaro. Arte e historia del Cristo de Burgos o de Cabrilla en la diócesis de Guadix-Baza. Boletín del Instituto “Pedro Suárez”, número 16.
  • GILA MEDINA, Lázaro. Arte e historia del Cristo de Burgos o de Cabrilla en la diócesis de Guadix-Baza. Revista Contraluz, número 3. Torredonjimeno. 2004.
  • LOPEZ RODRÍGUEZ, Ramón y PÉREZ ORTEGA, Manuel Urbano. Los Liberales, aquellos ilustrados del XIX que hicieron de Cabra del Santo Cristo un pueblo diferente. Revista Contraluz, número 7. Torredonjimeno. 2010.
  • LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. El Cristo de Cabrilla, uno de los focos devocionales más relevantes del Barroco Andaluz. Santísimo Cristo de Burgos, Boletín informativo, número 2. Guadix. 2012.
  • LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. Nuevos datos sobre las fábricas de vidrio de Cabra del Santo Cristo. Revista Contraluz, número 8. Torredonjimeno. 2011.
  • LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. El camino de Cabrilla. Una antigua vía devocional de Sierra Mágina. Revista Contraluz, número 6. Torredonjimeno. 2009.
  • PUGNAIRE, Juan José. Historia y Milagros del Santo Cristo de Burgos, que se venera en la Iglesia Parroquial de Cabra del Santo Cristo, provincia y obispado de Jaén. Jaén, 1896 (Edición Facsímil en revista Contraluz nº 9. Edición Digital).

Webgrafía:

Abreviaturas:

  • H. D. G.- Archivo Histórico Diocesano de Guadix

[2] Para profundizar en el conocimiento de aquellos sucesos se recomienda GILA MEDINA, Lázaro. Cabra del Santo Cristo (Jaén), Arte, Historia y el Cristo de Burgos. Arte Impresores, S.L. Granada. 2002. Pp. 44-50.

[3] PUGNAIRE, Juan José. Historia y Milagros del Santo Cristo de Burgos, que se venera  en la Iglesia Parroquial de Cabra del Santo Cristo, provincia y obispado de Jaén. Jaén, 1896 (Edición Facsímil en revista Contraluz nº 9. Edición Digital. Pp. 189-241).

[4] En reiteradas ocasiones se ha comparado a este personaje con el Pelotero de Arquillos, aunque la cercanía histórica y geográfica de Guadix siempre pesó más, de  manera que ya apuntamos ese otro parecido con el Cascamorras cuando se publica este portal web en abril de 2001

[5] GILA MEDINA, Lázaro. Arte e historia del Cristo de Burgos o de Cabrilla en la diócesis de Guadix-Baza. Boletín del Instituto “Pedro Suárez”, número 16. Pp. 23-45. 2003.

[6] Texto extraído de http://www.cascamorras.org/es/origenes-cascamorras-51.html

[7] Copia del original que según la mencionada escritura hubo de pintarse por voluntad del legítimo propietario, en cuya decisión seguro que tuvo mucho que ver el pueblo de Guadix.

[8] LOPEZ RODRÍGUEZ, Ramón y PÉREZ ORTEGA, Manuel Urbano. Los Liberales, aquellos ilustrados del XIX que hicieron de Cabra del Santo Cristo un pueblo diferente. Revista Contraluz, número 7. Torredonjimeno. 2010. pp 243-283.

[9] BUSTOS GISBERT, Eugenio. La composición nominal en español. Ediciones Universidad de Salamanca. 1986. ISBN 84-7481-411-1. p. 438.

[10] ALCALÁ VENCESLADA, Antonio. Vocabulario Andaluz. Biblioteca Románica Hispánica dirigida por Dámaso Alonso V. Diccionarios, 8. Editorial Gredos. Madrid. Primera edición de 1930. Edición de consulta publicada en 1980. ISBN 84-249-1364-7. Página 485. (hay dos voces para Pinchaúvas, siendo la primera la que nos interesa, pues la otra se refiere un “pájaro pequeño de pluma gris”)

[11] LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. El Cristo de Cabrilla, uno de los focos devocionales más relevantes del Barroco Andaluz. Santísimo Cristo de Burgos, Boletín informativo, número 2. Guadix. 2012.

[12] Se puede consultar íntegro en http://www.calameo.com/read/00132968102e2f3e05d8a

[13] Esta serie fotográfica ilustra el artículo mencionado “Los Liberales…”, que es en realidad un compendio de varios artículos relacionados con el círculo de amigos cabrileños de Cerdá y Rico, entre los que se encuentra ese análisis y transcripción de la “revista cómica” de Fernando Gámez Vera

[14] A. H. D. G. (Legajo sin clasificar).

[15] Mi gratitud a Antonio Gabarrón por compartir este revelador documento que me envío digitalizado.

[16] GILA MEDINA, Lázaro. Cabra del Santo Cristo (Jaén). Arte, historia y el Cristo de Burgos. Arte Impresores, S.L. Maracena. 2002. P. 77.

[17] LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. Nuevos datos sobre las fábricas de vidrio de Cabra del Santo Cristo. Revista Contraluz, número 8. Torredonjimeno. 2011. pp. 190-202.  revelo que según el catastro de Floridablanca más de un 7% de la población cabrileña se dedicaba en 1787 a la arriería

[18] PUGNAIRE, Juan José. Historia y Milagros del Santo Cristo de Burgos, que se venera  en la Iglesia Parroquial de Cabra del Santo Cristo, provincia y obispado de Jaén. Jaén, 1896 (Edición Facsímil en revista Contraluz nº 9. Edición Digital. P. 235).

[19] LÓPEZ RODRÍGUEZ, Ramón. El camino de Cabrilla. Una antigua vía devocional de Sierra Mágina. Revista Contraluz, número 6. Torredonjimeno. 2009. Pp. 130-151.

[20] GILA MEDINA, Lázaro. Arte e historia del Cristo de Burgos o de Cabrilla en la diócesis de Guadix-Baza. Revista Contraluz, número 3. Torredonjimeno. 2004. P. 154.

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