El paisaje

El término de Cabra presenta desde el punto de vista de la vegetación una variabilidad asombrosa, por cuanto se encuentra formando parte de las últimas estribaciones hacia el este de la Sierra de Mágina y también del valle del río Guadiana Menor, caracterizado por su subaridez. Los elementos florísticos son numerosos al tener que colonizar distintos pisos bioclimáticos, desde los 460 hasta los 1433 metros, así como muy distintos tipos de suelos, salinos, yesosos, margosos, calizos, etc.

Las Ramblas y las tierras áridas situadas al Norte de Cabra
Las Ramblas y las tierras áridas situadas al Norte de Cabra. Fuente: propia

Para tener una visión representativa de las distintas comunidades vegetales presentes sería necesario hacer una ruta en dirección norte sur, que partiendo de las proximidades de la estación de Quesada, nos lleve hasta cerca de Cabra por una cuidada pista, en donde en las proximidades del cerro Cabeza Mesada podemos ver herbazales de esparto (Stipa tenacissima) con retama (Retama sphaerocerpa) y espinos (Rhamnus lycioides). Algo más adelante podemos encontrar sobre suelos con yesos una vegetación exclusiva y típica formada por Lepidium subulatum, Helianthemum squamatum, y Gypsophila strutium, plantas todas ellas que necesitan de la presencia de yeso en el suelo para prosperar.

Dejando atrás los picos de Las Hermanas nos adentramos en numerosas repoblaciones de pino carrasco (Phinus halepensis), que en aquellas zonas de mayor pendiente no han servido para frenar los procesos erosivos, dejando verse numerosos barrancos de paredes desnudas. En sitios de poca pendiente bajo los pinos aparece un matorral denso de romero (Rosmarinus officinalis), romerillo (Cistus clusii) y jara estepa (Cistus albidus). Donde la erosión es más intensa sólo algunas plantas todoterreno como el tomillo aceitunero (Thymus zygis) prospera. Quizá una mejor protección del suelo pase en estos lugares por la plantación de aromáticas como lavanda, tomillos, o medicinales como la efedra, de gran interés hoy día.

Ctra. de la Estación. Vegetación que coloniza la Sierra Cruzada
Ctra. de la Estación. Vegetación que coloniza la Sierra Cruzada. Fuente: propia

Ya en la carretera y una vez pasado Cabra en dirección hacia la estación de ferrocarril, podemos disfrutar de una típica vegetación de media montaña mediterránea con suelos calizos siendo la especie característica la encina (Quercus rotundifolia) acompañada de un intrincado matorral de peonía (Peonia broteroi), salvia (Salvia lavandulifolia), coscoja (Quercus coccifera), etc.

Cabeza Montosa. Vegetación autóctona. Fuente: propia
Cabeza Montosa. Vegetación autóctona. Fuente: propia

Por último para completar esta somera visión de la vegetación nos encaminaremos por la infernal carretera que desde la estación de Cabra pretende llevarnos hasta el granadino pueblo de Alicún de Ortega. Paisaje que no tiene nada que envidiar al de algunos desiertos, con profundas cárcavas, barrancos y escasa vegetación que nos hace ver el efecto barrera de Sierra Mágina para con las lluvias atlánticas unido a unos suelos pobres margosos y salinos. Escasas, aunque llamativas las especies que crecen como la artemisa (Artemisia herbaalba), el espectacular espárrago espinoso (Asparagus stipularis) o las numerosas barrillas o sosas. (Salsola sp).

Zonas áridas cercanas a la provincia de Granada (Alicún). Fuente: propia
Zonas áridas cercanas a la provincia de Granada (Alicún). Fuente: propia

Texto: Diario Jaén. Coleccionable «Pueblos y ciudades«

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