Marta de Jesús Carrillo

(1590-1669. Fundadora del hospital de la Misericordia)

Retrato de la madre Marta de Jesús (copia del que hay en el hospital del Pozo Santo de Sevilla). Fuente: propia.
La Misericordia.- Retrato de la madre Marta de Jesús (copia del que hay en el hospital del Pozo Santo de Sevilla). Fuente: propia.

Terciaria Franciscana que, hasta cierto punto, yo comparo con Santa Teresa de Jesús, por su incansable viajar por los polvorientos e inseguros caminos de la España del siglo XVII con un doble objetivo: primero difundir su gran devoción al Santo Cristo de Burgos y en segundo lugar el obtener algunos donativos para sus fundaciones.

Mujer de una férrea voluntad y, sobre todo, de profunda religiosidad, que realizó una ingente labor, pese a no saber ni leer ni escribir, como ella misma reconoce, estando por ello representada, en la constitución legal de todas sus fundaciones por el racionero de la Catedral de Baeza y natural de Cabra, don Juan Francisco de la Palma (quien dio nombre a la calle de la Palma).

En 1661 construye el hospital de la Misericordia y crea una escuela de primeras letras. Lo dota con gran cantidad de numerario, dado a censo, y con los réditos procedentes del arriendo de numerosas fincas rústicas y urbanas. El principal objetivo de la fundación estriba en albergar durante tres días, socorriendo en todo lo necesario, así como dar una cierta cantidad para el regreso, a todos los peregrinos, que viniesen al santuario de esta villa, la gran mayoría procedentes de Andalucía Oriental.

Sitúa la escuela de primeras letras para los niños de la localidad, en una casa que la Madre Marta poseía junto a la Fuente del Borrego –calle Real-, dotando al maestro de un sueldo anual de 60 reales, más aceite, trigo, cebada y otras minucias.

La Casa Grande también debe su construcción a la contribución de la Madre Marta, ya que fueron sus herederos y patronos de la fundación creada por ella, quienes la construyeran para utilizarla como mesón a fin de albergar a viajeros y carruajes. Así, mediante su arriendo para su explotación, se obtendrían, anualmente, unos respetables beneficios que ayudarían a sufragar los gastos del Hospital de la Misericordia.

Texto de Lázaro Gila Medina


Nota publicada en 2008 en Cabradelsantocristo.com y en Prieguenses Ilustres

Recientemente se le ha dedicado una calle en Cabra del Santo Cristo, la localidad donde pasó la mayor parte de su vida y donde fundó “la Misericordia”, un hospital de transeúntes y  la primera escuela de la localidad.

Fachada de la que fuera capilla del Hospital de la Misericordia. Fuente: propia.
Fachada de la que fuera capilla del Hospital de la Misericordia. Fuente: propia.

La memoria colectiva local aún recuerda a “la Mamarta” como un personaje cercano. Historias contadas de padres a hijos, generación tras generación, mantienen viva la memoria de esta mujer del XVII, que dedicó buena parte de su vida a trabajar por los demás y que tanto hizo por nuestro pueblo. Las investigaciones de Lázaro Gila arrojaron luz y rigor histórico sobre la labor que esta franciscana desarrolló en nuestra localidad. Fruto, más de ese “imaginario del colectivo” que del rigor, todos pensábamos que “la Mamarta” estaba enterrada en algún lugar de nuestra Parroquia, pero las últimas averiguaciones sitúan sus restos en la iglesia del sevillano convento del Pozo Santo, institución que fundó junto a Beatriz Jerónima de la Concepción poco antes de su muerte. En enero de 2007, a petición de la Asociación Cerdá y Rico, el Ayuntamiento decidió rotular una calle con su nombre, entonces aún no se conocían estos nuevos datos, es ahora cuando el profesor Gila Medina se dispone a escribir esa parte desconocida de su biografía para que esté lista en el momento de la inauguración de esa calle, momento para el que se está preparando un amplio programa de actos. Mientras tanto podemos adelantar algunos detalles, para lo que publicamos parte de un artículo aparecido recientemente en el periódico “Adarve” de la cordobesa localidad de Priego.

Funda en Granada el sanatorio de convalecientes del Hospital Real y un beaterio para doncellas huérfanas. En torno a 1640 recala en Cabra del Santo Cristo, poco después de la llegada a la localidad del milagroso lienzo del Cristo de Burgos. Al lugar acuden miles de peregrinos procedentes de toda Andalucía, muchos de ellos en precarias condiciones (cansados, hambrientos, heridos…), por lo que la madre Marta de Jesús decide acometer la fundación de un hospital para transeúntes que, con el nombre de Hospital de la Misericordia, cumple su función hasta los inicios del siglo XIX. Además pone en marcha una Escuela de Primeras Letras, en la que se forman muchas generaciones de cabrileños.Marta de Jesús Carrillo Aguilera nace Priego (Córdoba) en enero de 1590. De una noble familia, a la temprana edad de once años contrae matrimonio y se traslada a Santa Fé (Granada), donde tiene once hijos, de los que sólo sobreviven tres. Tras enviudar, ingresa en la Tercera Orden Franciscana.

Fachada del hospital del Pozo Santo (Sevilla). Fuente: propia.
Fachada del hospital del Pozo Santo (Sevilla). En 2016 se cumplen 350 años de su fundación por Marta de Jesús y Beatriz Jerónima de la Concepción. Fuente: propia.

El último año y medio de su vida reside en Sevilla, donde, junto con la madre Beatriz Jerónima de la Concepción, funda el Beaterio de Terciarias Franciscanas y el Hospital del Santísimo Cristo de los Dolores, conocido como Hospital del Pozo Santo.

Hasta ahora se desconocía la labor de esta religiosa fuera de Cabrilla, lugar donde paso la mayor parte de su vida como religiosa, pero recientemente se ha tenido conocimiento de que fue en Sevilla donde pasó sus últimos días y donde dejó su última fundación, el hospital del Pozo Santo, que fue en origen un hospital para mujeres incurables. El 24 de julio de 1669 fallece y el pueblo sevillano la proclama Venerable. Sus restos mortales reposan, junto a los de la otra fundadora del Pozo Santo y discípula suya, madre Beatriz Jerónima de la Concepción, en la iglesia del hospital del Pozo Santo, institución que, trescientos cuarenta años después, continúa atendiendo a los más necesitados, manteniendo vivo el espíritu de sus fundadoras.

Parece ser que el proceso de beatificación de Marta de Jesús se inició años después de su muerte, pero el barco que transportaba la documentación, camino de Roma, se hundió. Después de otras muchas vicisitudes, la causa cayó en el olvido hasta que el empeño de las Hermanas Terciarias Franciscanas del Pozo Santo, hizo que se reabriera.

Ahora ha sido retomada por el dominico P. Crescencio Palomo Iglesias, postulador para las Causas de los Santos, de Madrid. Contará con el concurso de varios historiadores que están investigando la vida de la madre Marta, y han recopilado gran cantidad de información sobre esta bondadosa prieguense, que, más de tres siglos después, sigue presente en la memoria colectiva de Cabra del Santo Cristo, donde aún se le recuerda con el nombre de Mamarta.

La Casa Grande (s XVII). Barroco-Mudéjar.
Otra de sus fundaciones. La Casa Grande (s XVII). Barroco-Mudéjar.

El Proceso de Beatificación y Canonización es un procedimiento muy largo y minucioso, que, aunque se desarrolla bajo la autoridad del obispo de la diócesis donde ha vivido o fallecido el candidato, debe contar con la opinión de sus homólogos en la región, para decidir si tiene sentido pedir la canonización del siervo de Dios. Posteriormente, el obispo designa a los peritos que se encargarán de investigar la vida, las virtudes y/o el martirio de la persona a beatificar. Éstos recabarán todos los testimonios, documentos, favores concedidos, etc.

El material resultante es sometido al examen de la Comisión de Teólogos, que lo evalúa para comprobar la ortodoxia del candidato, el cual debe pasar, además, una prueba de control de las congregaciones vaticanas interesadas, y recibir el nihil obstat (término latino que significa “nada se opone”), de la Santa Sede.

Si el obispo queda satisfecho con los resultados de la investigación, envía los materiales a Roma. En esta fase romana, la Congregación para las Causas de los Santos designa un postulador y un relator. Éste último supervisa la redacción de la positio (volumen que contiene la síntesis de la documentación), que debe incluir todo lo que los asesores y prelados de la congregación necesitan para juzgar la aptitud del aspirante, para su beatificación o canonización.

La positio es examinada por un equipo de ocho teólogos. Siempre que seis o más la aprueben, será remitida a la Junta de Cardenales y Obispos para que emitan su juicio. Si el veredicto es favorable, la causa es entregada al Papa para que tome su decisión.

FUENTES:
Hermana Raquel (religiosas del Pozo Santo de Sevilla).- Web de las Hermanas Franciscanas del Pozo Santo (Sevilla)
Crescencio Palomo Iglesias (Proceso de Beatificación de Marta de Jesús – postulador)
Lázaro Gila Medina (de la Real Academia de la Historia)
Ramón López Rodríguez (Asociación Cultural Cerdá y Rico)

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Manuel Amezcua Martínez. Revista Contraluz, nº 5. 2008

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