Cabra del Santo Cristo celebra su herencia colocando dos escudos en la fachada del Ayuntamiento

En un acto que simboliza la rica historia y el legado de Cabra del Santo Cristo, el Ayuntamiento ha instalado dos importantes emblemas en su fachada: el recién aprobado escudo de la villa y el histórico escudo de Carlos III.


El nuevo escudo de la villa, que representa la identidad y el espíritu de la comunidad, fue aprobado en 2022 tras un meticuloso proceso de investigación y diseño. Este escudo se une al de Carlos III, monarca bajo cuyo reinado se emancipó Cabra del Santo Cristo marcando un hito en la historia del municipio, no en vano fue entonces cuando Cabra obtuvo el título de «Muy Leal Villa», emblema que aparece en la divisa del blasón rodeada de las dos fechas más relevantes de la historia local, 1637, cuando se produjo la llegada del lienzo del Cristo de Burgos, y 1778, año en el que se consiguió la emancipación, lo que a la postre significó el nacimiento del consistorio.

Así pues, la elección de estos escudos no es casual; ya que ambos representan momentos clave en la trayectoria de la villa. El escudo de Carlos III, con sus elementos heráldicos distintivos, incluyendo el Collar de la Orden de Carlos III y el Toisón de Oro, es un homenaje a la época en la que Cabra del Santo Cristo obtuvo su independencia y comenzó a forjar su propio camino. Y el de la villa incluye nuestros principales símbolos en sus armas parlantes, el Cristo de Burgos como no puede ser de otra manera, la Cabra que alude al nombre del pueblo, la Encina representativa de la vieja dehesa de Cabrilla y la Torre que simboliza el tiempo en el que estas tierras fueron una avanzadilla en la frontera con el Reino Nazarí.

Con esta iniciativa, la fachada del Ayuntamiento gana monumentalidad y se convierte en un recordatorio del pasado, símbolo de unidad y orgullo para los habitantes de Cabra del Santo Cristo. Además, se cumple con la voluntad de aquellos munícipes que en uno de sus primeros acuerdos fechado el 3 de enero de 1779 expresaron la determinación de aquel primer concejo libre de borrar el escudo del marqués de la Rambla y de colocar en su lugar el escudo de la corona. Hoy, cuando han pasado doscientos cuarenta y seis años se materializa el deseo de las primeras autoridades de aquel concejo colocando ambos blasones en lugar tan preferente.

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