Notas con historia. La banda de música de Cabra del Santo Cristo

En el día de Santa Cecilia nos parece muy oportuno publicar una entrada sobre la banda de música y de paso dar a conocer alguna de las fotos del archivo de Sebastián Moreno Ochoa, cuyo escaneo continúa sacando imágenes impagables, que pasarán a formar parte de la historia local en el momento de su publicación.

Para ello, utilizaremos como principal fuente un excelente trabajo publicado en el número 13 de la revista Contraluz; «Primeros antecedentes de la Banda de Música de Cabra de Santo Cristo: aproximación a la actividad de una banda de música de la provincia de Jaén (1900-1962)«, de Miguel Ángel López Muñoz, 2022 (págs. 267-281).

La Banda de Música de Cabra del Santo Cristo ha sido una parte fundamental de la vida cultural del municipio y en el mencionado trabajo de investigación se explora su evolución desde sus inicios hasta 1962, destacando la figura de Manuel Pelegrín Insa, director que fue durante más de 25 años. Sin duda, la época dorada de la banda de música, lo que pone de manifiesto la importancia de la figura del maestro.

Los orígenes hemos de buscarlos en la década de los veinte del pasado siglo, si bien existen referencias desde mucho antes, de tal forma que por un manuscrito sabemos que Fernando Gámez Vera (1844-1917) fue un apasionado de la música y que estuvo muy relacionado con la banda local, llegando a dirigirla en algún momento, no en vano tocaba cuatro instrumentos: el violín, la flauta, el piano y el clarinete… Tuvo cinco hijos, entre ellos Francisco, que fue primer flauta en la orquesta nacional, lo que pone de manifiesto la tradición musical de nuestro pueblo.

No obstante, podemos considerar que la banda se consolidó como una entidad municipal gracias al esfuerzo de los vecinos y la contratación de un maestro profesional en 1925. Manuel Pelegrín Insa, nacido en Tafalla en 1903, fue nombrado director, jugando un papel crucial en la formación musical de los cabrileños y estableciendo la primera Escuela Municipal de Música. Bajo su dirección, la banda no solo aumentó en cantidad de miembros (25 músicos en el año 1945), sino que también mejoró en términos de habilidad y desempeño musical.

Manuel Pelegrín Insa, no solo dirigió la banda, sino que también fue un compositor prolífico y un organista destacado. Su dedicación a la música dejó una huella profunda en la comunidad, jugando un importante papel en el plano cultural de la localidad, participando en algunas actividades con las que, a la postre complementaria su salario, pues sabemos que acompañaba al piano las proyecciones de cine mudo en el cine Paz y que habitualmente amenizaba los bailes del casino. Además, fue miembro activo de la Sociedad Cultural de Amigos del Arte, que promovía la cultura a través de representaciones teatrales y zarzuelas, no sólo en Cabra sino en otros pueblos de la comarca.

A finales de los años 50, surgieron tensiones entre Pelegrín y las autoridades locales, lo que provocó su marcha en 1957. Tal pérdida desencadenó una profunda crisis en la banda, perdiendo a muchos de sus miembros y llegando a estar inactiva entre 1958 y 1960. Después de la partida de Pelegrín, Francisco Contreras asumió la dirección. Sin embargo, la ausencia de una escuela de música se hizo evidente debido a la escasez de nuevos talentos. A pesar de los esfuerzos de algunos músicos por reconstituir la orquesta, la calidad disminuyó.

En los años 60, la banda comenzó a recuperarse lentamente, aunque nunca alcanzó el esplendor de la era Pelegrín. Precisamente son de esta época las fotos del legado de Sebastián Moreno Ochoa que han aparecido.

Gracias a los testimonios de Francisco Ríos Visiedo, el mencionado estudio de Miguel Ángel López publica la relación de músicos que refundaron la Banda Municipal de Música:

• Francisco Contreras Novoa, director de la banda de música, tocaba la flauta travesera.
• Francisco Contreras, hijo del anterior. Clarinete principal de la banda de música y también sochantre de la iglesia, que como tal era el encargado de tocar el órgano y dirigir el coro parroquial.
• Claudio García, tocaba el tercer clarinete. Gran amante de la música aprendió gracias a la escuela de música del municipio como casi todos los miembros que conforman esta lista.
• Rafael Gila, combinaba la tuba y la trompeta, atendiendo a las necesidades en cada momento de la banda.
• Antonio Gila, hermano de Rafael Gila, dominaba el fliscorno, aunque en ocasiones tocaba también la trompeta.
• Francisco Nofuentes, interpretaba el clarinete.
• Cristóbal Río (Menor), interpretaba el clarinete, aunque también dominaba el saxofón. Dependiendo de las necesidades de la agrupación tocaba un instrumento u otro.
• Cristóbal Río, tocaba el trombón.
• Diego Fernández, conocido popularmente en el pueblo como “Diego el de la luz” y hermano Manolo Fernández (concejal del Ayuntamiento), formaba parte de la sección de percusión, tocando el bombo.
• Sebastián Justicia, también formaba parte de la percusión, interpretando la caja. Aunque no sabía leer música, Justicia tenía un gran oído y gracias a las indicaciones del director aprendía su papel de memoria.
• Marciano Ríos, interpretaba el bombardino, instrumento que dominaba a la perfección.
• Francisco Palacios, interpretaba el clarinete, instrumento que ha interpretado hasta sus últimos días (falleció en 2019).
• Francisco Ríos, Gran apasionado de la música durante toda su vida, formó parte de la banda de música hasta que por motivos personales y laborales tuvo que dejarla a un lado. Interpretaba el saxofón.
• Manuel López, interpretaba el trombón.
• José Fernández, formaba parte de la percusión tocando la caja.
• Francisco Gámez, interpretaba la trompeta.
• Francisco Perea, interpretaba el clarinete.
• Emilio Garzón, interpretaba el saxofón tenor.

Este periodo se prolongó hasta finales de los setenta, aunque para entonces apenas eran una decena los músicos que la mantenían, de manera que tras un dilatado paréntesis de inactividad que se extendió hasta finales de la década de los ochenta, nuestra banda se vuelve a refundar, manteniéndose desde entonces.

La historia de la Banda de Música de Cabra del Santo Cristo refleja la importancia de la música en la vida cultural del municipio y la necesidad de preservar este legado, aunque no resulta fácil aunar tantas sinergias en una localidad tan castigada por la demografía, por lo que ha resultado crucial la dedicación de figuras como Manuel Pelegrín Insa. No obstante, es el apoyo de la comunidad lo que resulta más determinante, así que hemos de felicitarnos por mantener viva la cultura musical.