(1844-1917. Maestro e historiador)

Fernando Gámez Vera (1844-1917) era natural de Cabra del Santo Cristo, donde ejerció su profesión de maestro durante bastante tiempo (se jubiló en torno a 1906). En palablas de Gila Medina; «era muy aficionado a estudios prehistóricos y asiduo investigador geológico y de datos antropológicos. De sus descubrimientos llegó a deducir que en las inmediaciones al sitio donde hoy está situada la villa de Cabra hubo otra población desde los más remotos tiempos, creyendo él haber encontrado restos de dos panteones de bastante antigüedad a poca distancia del pueblo actual. Por legado de un pariente suyo, D. Francisco Herrera -quien presentó aquella primera colección a la exposición provincial de 1878-, y por sus investigaciones, llegó a reunir un considerable número de objetos interesantes para los estudios prehistóricos, que, coleccionados, vendió al Estado, y se conservan en el museo de Ciencias Naturales”.
Ya hemos adelantado algunos datos acerca de este personaje con el que los cabrileños estamos en deuda, no en vano se puede decir que se trata del primer cronista de la localidad. También, y a tenor de las palabras de D. Juan Cristóbal Fernández Pérez -el Alcalde de Cabra en 1906, cuando tuvo lugar un acto de reparto de premios escolares donde se reconoció su labor-, D. Fernando debió ser un maestro ejemplar. Aparte de la afición a la historia y a la antropología, Fernando Gámez fue un apasionado de la música y estuvo muy relacionado con la banda local, llegando a dirigirla en algún momento, no en vano tocaba cuatro instrumentos: el violín, la flauta, el piano y el clarinete. Sabemos que murió en abril de 1917, cuando contaba con 73 años. Estuvo casado con Dª María de los Ángeles Navarro Morales, natural de Santo Tomé, con quien tuvo cinco hijos; Francisco, que fue primer flauta en la orquesta nacional; Manuel, quien creemos que se dedicó al teatro; Antonio, quien siguió los pasos de su padre y se hizo maestro; Rosario y Ángeles.
A comienzos de 1908 D. Fernando fue nombrado vocal de la Junta Local de Protección a la Infancia. Las juntas de Protección de la Infancia fueron creadas en 1904 por real orden de 12 de agosto, si bien su reglamento no fue publicado hasta enero de 1908, año en el que se constituyó la Junta de Cabra del Santo Cristo. Debido a la falta de ingresos, en los primeros años el papel de estas instituciones se limitó a labores de vigilancia y tutela moral. Con fecha 17 de marzo de 1908 se constituye la primera junta en Cabra y D. Fernando Gámez Vera formaba parte de esta en calidad de maestro. Esta junta velaría por diversos aspectos de tipo sanitario, pero también referidos a la educación.
Estamos por tanto ante una figura clave para el conocimiento de nuestro pasado, especialmente el más remoto, pues esa colección de objetos prehistóricos que inicialmente vendió al Museo de Ciencias Naturales, tras varias vicisitudes hoy se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, resultando una fuente fundamental para conocer nuestra Prehistoria.