Cuando el ferrocarril que atraviesa Mágina languidece víctima de una calculada planificación que si no se remedia lo abocará al cierre, se levantan algunas voces que abogan por su revitalización, apostando por el ferrocarril tradicional como un servicio público necesario para esta zona tan escasa de infraestructuras. Que se consiga se antoja complicado, pues estamos asistiendo a un proceso por el que, cuando ocurra, se conectarán las capitales de estas tres provincias del oriente andaluz con la alta velocidad a través de otros nodos que dejan el tramo comprendido entre Linares y Moreda ante un incierto futuro.
Ya hace tiempo que se eliminó la conexión con Granada, de manera que ahora sólo circulan los trenes que desde Almería se dirigen a Madrid, pero algún día se terminará la conexión de alta velocidad con Murcia y para entonces, si nadie lo remedia, muy posiblemente perdamos nuestro ferrocarril para verlo convertido, en el mejor de los casos en una de esas vías verdes que testimonian un pasado en el que el ferrocarril resultaba fundamental para el desarrollo de los territorios.
Sirva esta introducción para justificar la transcripción que a continuación se publica sobre la inauguración de esta línea férrea que tantas expectativas levantó y que ha marcado en buena medida el devenir histórico de ésta comarca. Un documento histórico que relata la general satisfacción de aquella sociedad finisecular que tanto luchó por la consecución de esta infraestructura, en un día en el que se inauguró, precisamente en el término municipal de Cabra del Santo Cristo, en el emblemático viaducto del Salado, de ahí que no falten las fotografías de Arturo Cerdá y Rico.
LA CRÓNICA MERIDIONAL
Almería, lunes 13 de Marzo de 1899
INAUGURACIÓN DEL FERRO-CARRIL DE ALMERÍA A BAEZA
Nuestro Saludo.- Anoche al disparo de los voladores, a los acordes de la música, iluminados por bengalas aclamado y vitoreado, hizo su entrada triunfal en el Malecón, el tren inaugural, el que nos había dejado ya abiertas de par en las puertas del progreso, el que había atravesado el Salado lleno de banderas y revestido de follaje, rompiendo las murallas del aislamiento.
Cúmplenos, pues, enviar nuestro saludo muy expresivo al concesionario del farro carril, al Sr. D. Ivo Bosch, el cual sentirá en estos momentos la legítima satisfacción de ver coronada su obra, de haber vencido los obstáculos que en estas magnas empresas se presentan y la de presenciar el hermoso espectáculo de un pueblo que sinceramente le agradece los esfuerzos del presente y los venturosos planes que abriga para el porvenir.
Reciban también nuestros compañeros de Madrid y los representantes de la prensa de Granada y Jaén, un saludo no menos expresivo al honrar nuestra capital, con su presencia, al venir a compartir hoy con nosotros la legítima alegría, justa compensación a ellos que también supieron ayudarnos a clamar y batallar hasta conseguir que haya quedado redimido este rincón de Andalucía, obscuro, modesto y olvidado, pero llamado por la riqueza que contiene a competir dignamente con las demás provincias.
Ellos que comprenden, cuán penosa es esta lucha diaria, cuán fatigosa e ingrata la labor de hacerse oír de los poderes públicos para esta clase de mejora, comprenderán el inmenso regocijo que hoy nos embarga al conseguir que sea un hecho, un proyecto siempre acariciado, defendido con ansia loca, con entusiasmo indescriptible, con tenacidad pasmosa y que hoy encuentra su recompensa viendo al pueblo en que nacimos libertado de sus trabas, con medios para luchar y engrandecerse.
Almería es una capital del porvenir, la obra está hecha, entregada, pero faltan los refinamientos y que el tiempo dé lugar a mostrar su riqueza a desenvolverla, a desarrollar los elementos con que tan pródigamente le colmó Dios.
El trabajo y la constancia de los almerienses, la poderosa ayuda de los extraños, especialmente de la prensa madrileña, realizarán el mágico espectáculo de desenvolver a la cenicienta Almería, de convertirla en industriosa y populosa capital.
EL DÍA DE AYER. Los expedicionarios.- En el tren de la una de la madrugada de ayer y en el inaugural, salieron infinidad de viajeros con dirección al Salado y con objeto de presenciar la ceremonia de la bendición del puente; al mismo tiempo que admirar esa grandiosa obra, digna de profundo estudio a la vez que de alabanza.
La animación que reinó en la estación fue bien extraordinaria, no sólo por el número de viajeros, sino por el entusiasmo y regocijo de estos.
A las tres y veinte se puso el tren en marcha.
La misa de campaña.- La ceremonia religiosa que se había anunciado en el Malecón, en el programa oficial, se efectuó en la plaza de Santo Domingo, asistiendo la banda municipal, la guarnición, las fuerzas de carabineros, guardia civil y la marina.
El dosel donde se levantaba el altar se había adosado a la fachada principal del instituto.
Todos los balcones lucían colgaduras y en ellos se veían lindas damas y elegantes señoritas.
La plaza de San Francisco era insuficiente para contener a la apiñada multitud que presenciaba la ceremonia religiosa.
Ofició el cura castrense. D. Juan Escoz Rueda, ante una sagrada estampa de la virgen del Mar, patrona de Almería.
Animación.- Desde las primeras horas de la mañana se notó ayer en nuestra capital desusada animación, extraordinaria afluencia en todas nuestras vías y paseos.
El tren de las once de la mañana trajo un respetable contingente de viajeros.
El día aunque de calages y ligera llovizna fue de temperatura agradable.
La bendición.- Aunque sólo contados almerienses han podido presenciar el solemne acto de bendecir el Salado, en muchos corazones ha repercutido aquella bendición del obispo de Guadix, con la cual ha quedado redimida Almería de pasados olvidos, abriendo nuevos horizontes a su industria, agricultura y comercio, entronizando el progreso y la civilización.
Momento precioso y memorable para nuestra amada ciudad y al que no podemos dejar, sin dedicar estas frases escritas con toda nuestra alma.
Para los pobres.- El Comercio dio ayer una comida extraordinaria a los presos de la cárcel, consistente en el siguiente menú: arroz con carne, tortilla de patatas, pasteles, naranjas y dátiles. Además, un paquete de cigarros de cuarenta céntimos y un habano.
La comisión del Comercio encargada de esta noble tarea no sólo cumplió con su cometido sino que recibió numerosos plácemenes y alabanzas de los infelices que perdida su libertad, no pueden tomar parte en el regocijo que hoy embarga a nuestra capital.
La Sociedad Económica de Amigos del País dio igualmente otra abundante comida en la Tienda Asilo a doscientos pobres que colmaron a la comisión de bendiciones. He aquí la comida que se les sirvió: potage de judías con patatas, tortilla de huevos y patatas y postres.
En el Ayuntamiento se repartieron a los pobres 2500 panes.
El tren inaugural.- Seguramente que este espectáculo no se borrará jamás de los corazones que lo presenciaron.
El aspecto del paseo del Malecón era verdaderamente imponente; las iluminaciones, las banderas, el arco del comercio, la caminata por donde había de subir la comitiva, las bengalas dando fantásticos tonos a aquella apiñada multitud, las palmas Reales que subían al cielo para anunciar toda nuestra alegría, la apiñada multitud que como una ola invadía aquel recinto demasiado grande siempre, bien pequeño entonces, la locomotora coronada de verde follaje y engalanada con las banderas de Jaén, Granada y Almería, que se apresuraba entre vítores y aclamaciones, y como fondo el Mediterráneo con sus tranquilas aguas, era en verdad un conjunto que más hablaba al alma, y que conmovía profundamente, sin poderlo expresar la torpe pluma.
Locomotora inaugural engalanada con banderas de España, Almería, Granada y Jaén. Fuente: Colección Cerdá y Rico
¡Cuánto hemos luchado porque se redima Almería, pero cuan legítimo fue nuestro gozo anoche!
Allí, seguramente había mucha gente de la simpar Granada, de la industriosa Jaén, de nuestras hermanas predilectas , que también con los almerienses se conmovían tomando parte en nuestra propia alegría, justa compensación, porque también aquellas provincias lloraron con nosotros, nuestras inundaciones, nuestras pretericiones y olvidos, nuestras calamidades y nuestros infortunios y muy justo es que hoy también gocen con nosotros y entonen el himno del progreso, la redención de la cenicienta Almería.
Es imposible calcular el número de individuos que llenaban el Malecón; millares de personas, enjambre humano nunca visto reunido aún en capitales de primer orden, que daban muestras de una animación realmente extraordinaria.
Las comisiones y la banda de música del Ayuntamiento se hallaba en la escalinata con que termina la calle de la Reina, adornada con rica alfombra y hermosas plantas.
Los jardinillos lucían una bonita y artística iluminación de farolillos de cristal; el paseo central se hallaba profusamente iluminado con arcos de gas.
El arco del comercio, elevado a la entrada del Malecón, mostraba nuestros principales productos, los hierros, la uva, el esparto, el azufre, los plomos argentíferos, la calamina y el cobre.
Todas las azoteas y balcones se hallaban engalanados con colgaduras y banderas, luciendo multitud de éstas en dicho trayecto, la casa del Sr. Murrisson, el club de Regatas y el balneario de “El Recreo”.
Se quemaron 400 bengalas y se disparó una palma real que atronó el espacio.
Las bandas de Ingenieros y la Municipal, entonaron patrióticos himnos y las aclamaciones de ¡Viva Granada! ¡viva Jaén! ¡viva Almería! ¡viva don Ivo Bosch! El ferrocarril y cuanto le plugo a la muchedumbre, embriagada de emoción, se sucedieron espontanea y estentóreamente.
Adornos.- El café Suizo y el de Méndez Núñez ostentan infinidad de banderas francesas, españolas, de Almería y de Granada.
El edificio de las oficinas del ferrocarril está adornado con sumo gusto.
El consulado francés ha adornado sus balcones con banderas y una bonita iluminación.
La casa de los señores de Orozco se ha adornado con dos potentes focos eléctricos.
El casino y el Círculo Literario lucen bonitas instalaciones de gas, lo mismo que la casa de los señores de Acuña.
El efecto de la población de noche es tan animado como de día.
Las fondas.- La afluencia de viajeros es excepcional, por momentos crece la animación. Todas las fondas están ocupadas, teniendo sólo el hotel de Londres ciento cincuenta huéspedes.
Hoy con motivo de los toros y mañana por la cabalgata se espera aumente el número de los que nos honren con su visita.
EN EL SALADO.- Después de las 12 de la mañana llegó al Salado el tren que conducía desde esta capital a los señores que habían sido invitados por la Compañía del Sur de España con objeto de que asistieran a la bendición del viaducto del Salado e inauguración de la línea férrea desde Baeza a Almería.
Llegada al Salado de la locomotora inaugural. Fuente: colección Cerdá y Rico.
Todos los cerros y explanadas próximas al viaducto se hallaban ocupadas por infinidad de familias de los pueblos cercanos, calculándose que habría más de 5000 personas.
El tren que conducía desde Baeza a don Ivo Bosch y a los muchos señores que le acompañaban, llegó al Salado casi al mismo tiempo que el de Almería.
Los invitados del tren inaugural se trasladaron en unión de la inmensa muchedumbre que llenaba por completo los cerros e inmediaciones del Salado, a la capilla que pasado el puente ha construido la compañía.
El obispo de Guadix, ilustrísimo señor don Maximino Fernández del Rincón, se colocó con los expedicionarios en una eminencia que dominaba el puente, y después de revestirse, con toda solemnidad bendijo aquel.
Momento de la bendición por parte del obispo de Guadix. Fuente: colección Cerdá y Rico.
El momento fue grandioso; la apiñada muchedumbre descubrióse respetuosamente, el Prelado entonó las preces de ritual y la bendición de la grandiosa obra terminóse.
Después el señor Fernández del Rincón, con frases entrecortadas por la emoción, dirigió la palabra a los presentes significando que ya que bendecía el puente y la vía, justo era que enviara su bendición afectuosa a las ciudades interesadas por la obra.
Al fin Almería, dijo, entra en comunicación con sus demás hermanas de España; permitidme también que envíe un afectuoso recuerdo a Linares, la ciudad floreciente del trabajo, otro a Jaén, mi patria natal, y otro a Baeza, a quienes auguro de todo corazón grandes prosperidades para el porvenir.
Se extiende luego en otras consideraciones y después de dedicar un recuerdo a sus compañeros los prelados de Jaén y Almería de cuya presencia se ve privado, termina diciendo que quisiera de otro modo corresponder a lo que de él se esperaba, pero que se lo impide la gran emoción que siente ante el espectáculo que presencia.
El Sr. Fernández del Rincón, recibió infinitas felicitaciones.
El sol brillante, la grandeza del espectáculo, la magnitud de la obra, la hirviente muchedumbre, todo prestaba esplendente tintas de majestuosidad al acto.
Después de la bendición se trasladaron los invitados a las habitaciones preparadas para celebrar con un exquisito lunch, costeado por la compañía concesionaria, la feliz terminación de las obras.
Apeadero del Salado. Fuente: colección Cerdá y Rico.
El menú fue el siguiente, servido por el hotel Cervantes de Linares: jamón en dulce y galantina. Mortadela y cabeza de jabalí. Salchichón, aceitunas, variantes. Tortilla a la española. Filetes de ternera a la jardinera. Capones, pollos y pavos asados. Pastas, quesos y frutas. Café. Rioja, manzanilla, clarete, Jerez, licores.
Durante el almuerzo reinó mucha alegría entre los comensales, no hablándose de otra cosa que de la terminación de la línea que ha de dar gran prosperidad a las provincias de Granada, Jaén y Almería.
A las tres de la tarde se puso en marcha la comitiva para regresar a Almería.
Al paso del tren por todas las estaciones de la línea, que dicho sea de paso estaban adornadas con mucho gusto, se iluminaron éstas con luces de bengala, dándose vivas al ferrocarril y a don Ivo Bosch.
Las músicas de los pueblos salieron al paso del convoy y sus alegres acordes se confundieron con las entusiastas aclamaciones de la muchedumbre que invadía los andenes.
13 de marzo de 1899.- Inauguración del viaducto del Salado y de la línea Linares-Almería. Fuente: colección Cerdá y Rico.
Entre los muchos señores que nos han visitado con motivo de la inauguración del ferrocarril y asistieron a la inauguración de éste se encuentran los siguientes:
Don Ivo, don Bartolomé y don Pablo Bosch, don José de Cárdenas, don Rogelio de Inchaurrandieta, don Javier Sanz, don Juan Cassinello, don Antonio Navarro Ramírez, don Emilio Pérez, don Leonardo Ortega, don Gil Rey Aparicio, don Manuel Luque, don Lorenzo Alonso Martínez, Alcalde y juez de primera instancia de Baeza, don José Fernández Arroyo, Mr. Monoach, don José Ribero y el abogado don Francisco Seco de Lucena.
Además nos han visitado los siguientes periodistas: por El Imparcial, Sr. Sánchez León; por El Liberal, Sr. Trompeta; por La Época, Sr. Villegas; por el Blanco y Negro, Sr. Luca de Tena; por El Globo, Sr. Castro; por El Defensor de Granada, Sr. Seco de Lucena (don Luís); por La Publicidad, Sr. Gómez de la Cruz; por El Heraldo Granadino, Sr. Rivas; por El Linares, Sr. Román; por La Revista Minera de Linares, Sr. Niño; por El Noticiero de Linares, Sr. Fernández y un representante del Nuevo Mundo.