Cíclicamente comprobamos lo insignificantes que resultamos ante la naturaleza, especialmente cuando ésta desata su ira para recuperar aquello que le hemos arrebatado. Catástrofes naturales que normalmente se han visto agravadas por especiales circunstancias, tal y como parece que ocurrió en Cabra del Santo Cristo el 11 de agosto de 1950 cuando una fuerte tromba de... Leer más →



